martes, 24 de enero de 2017

Introducción al marcianismo

Pensé, "Voy a ser el primero en hacer contacto con vida inteligente alienígena... ver si luego me matan por eso." y luego resulta que no. Prefería morir de una forma difícil, por el FBI, la CIA o los técnicos de investigación aeroterráquea español porque lo que es inteligencia militar por aquí hacía falta. Somos muy del CSI, pero apenas tenemos dos astrolabios que den noticia en pantalla en el telediario.

En una de mis salidas nocturnas para perderme con el coche por la montaña encontré un telescopio con una antena estretoscópica también -o así sonaba a mí- abandonada a la suerte del que la encontrase pa' él.
Lo cierto es que quien hubiera estado aquí no recogía desde hace tiempo, pensaba entrando por la puerta. Huellas de coches habían fuera marcadas en el barro como esperando, y no por mi coche que aparqué lejos en unos matorrales sin recordar ahora mismo si cerré o no con llave. La puerta metallica golpeaba tras mi paso dejando una habitación lúgubre y con un olor a podredumbre y ratas mojadas por alguna alcantarilla cercana. Se respiraba la humedad del ambiente, pero olía como a rancio y ácido al mismo tiempo, tanto que invitaba a taponar con los dedos las fosas de la nariz con el propósito de dejar de respirar. El problema se pasó entonces a la boca ya que este olor se podía hasta saborear. Di a la luz. Y vi cómo gusanos masticaban alrededor del agujero dejado por la trayectoria de una bala entre ceja y ceja que resultó alojarse impactada en la pared metálica, al otro lado del sillón del que supuse que era científico debido a su bata blanca tintada con tonos rojos oscuros.

Me acerqué hasta la mesa donde estaba el estetoscopio gigante y divisé en el cielo algo gigante. Era un planeta verde. Pero con pocos aumentos. Decidí cambiar eso girando una ruedecilla en el macroscopio y entendí la catástrofe. La catarsis del científico pudo ser revelada... ¡Había vida inteligente al otro lado!
Pero esto... claramente había sido un asesinato. Alguien habría entrado, alertándose del inmediato descubrimiento hecho público de alguna forma ante los medios de comunicación y fuerzas gubernamentales -que vaya terminación para alguien que trabaja de funcionario chupando del bote- habían irrumpido y le habrían asestado tal rápido disparo certero que ni él mismo habría podido reaccionar de otra forma que con miedo. Se le veía en la pose congelada en el instante de su muerte. Sufriría un rigor mortimer cuando apretó el gatillo. Por lo que, seguramente, estarían de camino para llevarse al cadáver que permanecía sorpresivo por su boca tan abierta y un ojo entreabierto cuando aún el otro estaba cerrado. Algo les habría hecho tener que salir y marchar para no poder encargarse de limpiar la zona. Quizás se encargasen de eso los CSIs y esto quede en un susto para la prensa quien por supuesto habría borrado a tiempo toda prueba evidente de vida más allá... en otra Tierra. ¿O habrán sido los extraterrestres los que lo habrían matado al verlo? No lo descarto, quizá eran tan majestuosos o extraños que sufrió un shock en el instante... ah no, que murió de un disparo.
Quién sabe, quizá pudo haberse dado la vuelta en su sillón de ruedas y el origen de la trayectoria del disparo fuera otra...

Una nota del por lo visto religioso y creacionista científico estaba encima de la mesa: "Si encuentro vida inteligente me pego un tiro." Aunque quién lo diría, más bien parecería un apuesta rusa con uno mismo por su respuesta tan exagerada. ¿Habrá estado así con cada planeta al que habría estado mirando y observando por primera vez en la historia del espacio?

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